Es posible que no, pero si estás en esta página leyendo este artículo, probablemente sea porque de una u otra forma estés más cerca del mundo Maker de lo que crees. Y, si es así, tal vez te hayas visto en alguna ocasión en la situación de querer crear algo que, por falta de medios, ya sean herramientas o componentes, no hayas podido llevar a cabo, concluir o hayas tenido que buscar alternativas.
En ocasiones, la maquinaria es fundamental para desarrollar un proyecto, y esa maquinaria no siempre es accesible, ya sea por su elevado coste, por la dificultad para conseguirla, o simplemente por el hecho de que no te es rentable comprarla para el uso que vas a darle.
Ciertamente en el mercado suele haber alternativas, pero depende un poco de lo que busques. Unos alicates o un destornillador son económicos y puedes comprarlos en cualquier ferretería y siempre son útiles, un taladro y un par de brocas puedes pedirlos prestados, para una mesa de corte de madera igual encuentras algún comercio que te la alquile, pero para una cortadora láser o una fresadora CNC tienes que encargar el trabajo a una empresa que te lo haga.
Pero imagínate que tuvieras cerca un espacio en el que dispusieses de toda esta maquinaria, de acceso libre y con la ayuda de un supervisor, que te permitiera llevar a cabo tus proyectos. Herramientas accesibles en un lugar habilitado donde puedas crear tus placas de circuitos con fresadoras especializadas y soldar los componentes con equipos profesionales, imprimir tus diseños 3D con impresoras de calidad, crear tus maquetas y grabados con cortadoras láser, hacer trabajos de tallado en madera con fresadoras CNC y, sobre todo, disponer de un sistema de formación que te ayude a entender el funcionamiento de la herramienta y sacarle el mejor partido. Y poder acceder a todo esto a través de una sencilla suscripción mensual, si eres un aficionado con muchos proyectos, o mediante un bono de acceso, o similar para trabajos puntuales.
Pues ese lugar es precisamente lo que llamamos FabLab. Un lugar donde disponer de los medios que requieren tus proyectos de forma accesible, y es ahí donde quiero hacer incidencia en esta entrada. En plena transformación digital, el acceso a estas tecnologías no debe ser un hándicap para cualquiera que tenga una idea.
Un proyecto interesante en este sentido es el planteado por The Fab Foundation, una organización sin ánimo de lucro que surge de un programa del MIT, como una forma de dar acceso a recursos y conocimientos a cualquiera que quiera crear, innovar o aprender, mientras paralelamente comparten sus conocimientos. En esencia, son emprendedores privados que ponen en marcha centros, y guiándose por una serie de directrices dictadas por la organización, se adhieren al proyecto Fablab.
Estos proyectos se han ido extendiendo por el mundo y ya están presentes en muchas partes de España, pero deben seguir creciendo para llegar a más poblaciones donde estos recursos de creación digital tienen la misma importancia que en las grandes ciudades.
Necesitamos más Fablab, y ahora sabemos por qué y quiénes lo están haciendo. Esperamos poder disponer de uno cerca muy pronto: qué el acceso a los medios no sea un obstáculo para materializar tu idea.
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